ESP
Gymkana Para Frustrados surge a partir de una invitación para intervenir la plaza central de Matadero Madrid. La propuesta se materializó en un happening en el que se invitó al público a participar en una serie de cinco performances, concebidas como competencias absurdas.
Cada acción estaba pensada para provocar una experiencia ambivalente: lo suficientemente frustrante como para generar incomodidad, pero también placentera en su desarrollo, de modo que el fracaso no impidiera disfrutar del proceso. Las reglas se flexibilizaron para beneficiar a los más pequeños; los objetos de juego se rompían ocasionalmente durante su uso; algunos juegos eran interrumpidos inesperadamente por animales, y no existía ningún premio final, tan solo una gran medalla de cartón simbólica.
Así, elementos como la competencia —habitualmente central en cualquier juego— y las emociones asociadas a ella (tensión, decepción, frustración) quedaron desplazados por el simple acto de jugar, devolviendo el protagonismo al disfrute colectivo más allá del resultado.
ENG
Gymkana Para Frustrados originated from an invitation to intervene in the central square of Matadero Madrid. The project took shape as a happening in which the public was invited to participate in five different performances, each designed as a form of absurd competition.
Each activity was intentionally frustrating yet enjoyable, aiming to create a pleasurable contradiction where failure became part of the satisfaction. Rules were loosened to favor younger participants; the objects used sometimes broke mid-game; animals unexpectedly disrupted some of the games; and there was no final prize—only an oversized cardboard medal.
In this way, one of the most common elements of play—competition—and the emotions it often brings with it (tension, frustration, disappointment) were pushed aside. Instead, the focus shifted to the act of playing itself and the shared joy of the experience, regardless of the outcome.